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miércoles, 26 de enero de 2011

2. Para viajar (iii)

De un eximio guitarrista pasamos a otro. De Mark Knopfler, a Joe Satriani. Dos instrumentistas virtuosos, con distintos estilos.

100% guitarra. Sin letras. Sin palabras. Sólo Satriani puede parar una canción como esta: larga, intensa, dedicada únicamente al culto a la guitarra eléctrica. Con una base rítmica perfectamente sincronizada, esta canción del verano se deja escuchar fácilmente al estar en movimiento. Summersong. El oído está tan acostumbrado a la estructura estándar de la canción pop, que al principio cuesta aceptar una canción sin palabras. Sin letra. En este caso, no hace falta. Es más, la letra estorbaría. Mejor aún, si uno la escucha manejando, es imposible no acelerar. En mi opinión, es una de las mejores canciones para acompañar en carretera… pero siempre respetando los límites de velocidad establecidos. Siempre repitiendo: la seguridad es lo primero.

En cualquier caso, Satriani es un excelente compañero de viaje. En un asiento de avión, en un tren, o bien manejando por una carretera, de día o de noche, temas como Down, Down, Down o Flying in a Blue Dream (o, ya puestos, la mayor parte de los temas de cualquier antología de este guitarrista) llenan de energía el espacio sonoro e invitan a seguir adelante. Y, beneficio adicional por el mismo precio, espantan el sueño.

Quizás sea el momento de asignar una etiqueta a este tipo de música. Algo así como canciones sin palabras para llenar el camino.

Otro representante de ésta categoría es Splash Wave, uno de los temas que se podían elegir al manejar el Ferrari rojo del videojuego Out Run (eso sí, con menos fuerza que los temas de Satriani). ¿Se acuerdan? Por allá por 1986, un auto rojo italiano descapotable, una rubia al lado, e infinidad de curvas y derrapes. El tema es original de Hiroshi Miyaushi, ha sido versionado en innumerables oportunidades (tantas como se ha versionado el juego que, hoy por hoy, está disponible para varias consolas) y es la compañía perfecta para largas carreteras (de nuevo: respetando los máximos de velocidad permitidos).

Un poco más allá encontramos otro tema venido del mundo de los videojuegos. Esta vez, de la saga de juegos de rol Final Fantasy: Ride On, del prolífico compositor nipón Nobuo Uematsu. Como buena canción de videojuegos, su aparición en la historia es en un momento cúlmine: cuando, por fin, los protagonistas encuentran una nave que les permite… volar. Esta canción tiene una breve introducción y luego la larga repetición de una secuencia que invita al viaje (más específicamente, en este caso, al viaje aéreo).

Por otro lado, no es posible hablar de manejar sin recordar el tema de la serie de animé Speed Racer (más conocido como Meteoro en los países de habla hispana). Al mando del insuperable Mach-5, Meteoro las hacía todas y manejaba como ninguno a fines de los ’60, en una de las primeras incursiones de la animación japonesa en occidente.

La versión más antigua que conocemos es la americanización de la canción original de la serie japonesa. La letra es simple, acelerar y ya, cantándole a lo rápido que acelera el poderoso Mach 5.

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