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lunes, 31 de enero de 2011

10/101. The Beatles - With A Little Help From My Friends

Album: Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band
Año: 1967

Elvis Presley (original de The Beatles) - Yesterday/Hey jude (live)

3. Bonus Track 1: Los Beatles (i)

Siendo cien por ciento honesto, este libro podría haberse escrito exclusivamente con canciones de The Beatles. Los cuatro de Liverpool tienen repertorio para subir el ánimo de cualquiera, para alegrar, y para motivar en prácticamente cualquier situación.

¿No lo parece? Baste considerar que ya armaron una película musical basada en sus canciones, titulado Across the Universe, y un espectáculo del Cirque du Soleil, que lleva por nombre Beatles Love. Eso, sin tomar en cuenta los dos largometrajes hechos en los ’60, en que los fab four mostraban en la gran pantalla cómo los quería y perseguía la gente: A Hard Day’s Night y Help (idea que sigue siendo reciclada y reproducida en nuevas películas, como Austin Powers y la de los Jonas Brothers). Y si a eso se agrega la gran cantidad de nombres que han hecho covers de sus canciones, partiendo por Elvis y sus versiones de Yesterday y Hey Jude[1] en vivo de 1970, la lista podría -perfectamente- no terminar nunca.

Agreguemos que, 40 años después del término oficial de la banda, se volvieron a editar todos sus discos, se disponibilizaron a través de la tienda de música de Apple, y se lanzó un videojuego que les permitió llegar a toda una generación de seguidores (y volver a acercarse a otros tantos de generaciones anteriores): Beatles Rock Band.

Y si encima se consideran los temas post-Beatles de Harrison, Lennon y McCartney, sus colaboraciones con otros, y a quienes han influenciado, se tiene material para llenar no sólo un libro, sino un estante de regular tamaño. Pero como la idea es un libro de canciones surtidas y no un tratado de beatleología (perdón por la palabreja), habrá que conformarse con apenas un capítulo.

Si hay un himno a la amistad indiscutido, que merece ser incluído en la lista de temas contenidos en el capítulo cinco, es este simple y preciso tema en el cual el vocalmente poco dotado Ringo toma la batuta. Así hace suya, por derecho, esta canción, que forma parte ni más ni menos que del Sargent Pepper, el que según los entendidos es el mejor álbum de los Beatles. Por lo mismo, -por transitividad, dado que los Beatles son la mejor banda de rock de la historia- es también el mejor álbum de la historia del rock.

Con un comienzo en que Ringo canta con un mínimo apoyo de los demás en piano y percusión, para que después participen todos más activamente haciendo el coro.

Demostración de amistad en forma y fondo: sus amigos y colegas dejan que Ringo cante un tema. Y no sólo eso. Además, responden en distintas partes de la misma con sus propias voces. Y el bueno de Ringo, que no era -ni es- nada de tonto, ha cuidado de esta canción y la ha convertido en su caballito de batalla a lo largo de los años.

What would you think if I sang out of tune / Would you stand up and walk out on me / Lend me your ears and I'll sing you a song / And I'll try not to sing out of key / Oh I get by with a little help from my friends

(Qué pensarías si cantara desafinado / Te pararías y te irías /Arriéndame tus oídos y te cantaré una canción / Y trataré de no desafinar / Oh, me las arreglo con una pequeña ayuda de mis amigos)

Al final, lo único que se necesita es eso: tus amigos. Alguien que te quiera, te acompañe, y te ayude cuando lo requieres.

3. Bonus Track 1: Los Beatles

“No me importa mucho el dinero, porque el dinero no puede comprarme amor.”

The Beatles, Can’t Buy Me Love (1964)

viernes, 28 de enero de 2011

Frank Sinatra - Fly Me To The Moon

R.E.M. and The Muppets - Furry Happy Monsters

R.E.M. - Shiny Happy People

Iggy Pop + Kate Pierson - Candy

The B-52's - Tell it like T-I-S

9/101 - The B-52´s - Roam

Album: Cosmic Thing
Año: 1989

2. Para viajar (y v)

Cambiando completamente de estilo, pero por esos mismos años, los B-52’s lanzaron su disco Cosmic Thing, del cual varios temas lograron abundante repercusión. Roam es el más potente del lote: más que un tema de viaje, es una declaración de principios, respaldada por la magnífica voz de Kate Pierson. A rodar. A vagar. Adelante. Quizás y si el mejor tema de todo el catálogo de los B-52’s, esta canción comienza con un par de voces casi a capella y luego respeta todas las convenciones pop, pero bien estructurada y mejor interpretada. Además del ritmo y tono de la canción, la letra es una invitación a salir fuera y conocer el mundo:

Fly the great big sky, see the great big sea / kick through continents bustin’ boundaries / Take a hip to hip rock it through the wilderness / around the world, the trip begin with a kiss / Roam if you want to / Roam around the world / Roam if you want to / Without wings, without wheels

(Vuela el grandioso y grande cielo, ve el genial e inmenso mar / patea por los continentes rompiendo fronteras / Vamos juntos, sacudiéndolo a través de lo indómito / alrededor del mundo, el viaje comienza con un beso / Vaga si quieres / Vaga por el mundo / Vaga si quieres / Sin alas, sin ruedas)

Y ya que llegamos a los B-52’s, hay otro tema de ellos que sube el ánimo por donde se lo mire, y que también es un buen compañero de viajes: Tell it like T-I-S. Largo e intenso, es una fiesta en que la Pierson contrapone sus talentos con los de Fred Schneider, mucho más limitado en registro y capacidad, pero no por ello menos entusiasta.

Y para no dejar de lado a la Pierson, dos joyitas para mejorar el ánimo, en colaboración con otros próceres del pop (aunque éstas canciones, con viajes, nada). La primera es Candy, con el ex prócer del punk Iggy Pop. La segunda es Shiny Happy People, con R.E.M., que terminó convirtiéndose en uno de los éxitos más grandes de esta banda, al punto que incluso la reinterpretaron varios años después, cuando eran sólo un trío, con los personajes de Sesame Street, y con un nuevo título: Happy Furry Monsters.

En ambos casos Kate Pierson aporta con una nota inconfundible, que permite a los artistas originales ampliar su registro en buena forma. Tanto es así que parecen más temas de ella que de quienes la invitaron a participar. Ambos son imperdibles.

No hay que perder de vista, eso sí, que no todos los viajes son físicos. Algunos son más bien emocionales. Como cantaba el tipo de los ojos azules, Frank Sinatra (sobre una canción original de Bart Howard), pidiéndole a su amada que lo llevara volando hasta la Luna, las estrellas, y ver cómo es la primavera en Júpiter y Marte. Claro que todo eso, a través de un beso y de tomarlo de la mano. ¿Dónde? En Fly Me to the Moon, una de sus canciones más logradas y recordadas, ejemplo del mejor Sinatra clásico.

Como sea, en viajes reales o figurativos, con estas canciones hay para acompañarse durante una buena parte del camino. Quizás el viaje se haga más corto. O quizás, en alguna vuelta del camino, se encuentre algo que no se esperaba…

jueves, 27 de enero de 2011

Ulpio Minucci - Robotech, The 15th Squadron

Capitán Memo - Grand Prix Opening

Michael Giacchino - Go Speed, Go!

Sponge - Go Speed Racer Go

2. Para viajar (iv)

El gran defecto de la versión original es que es de los ’60, pensada para la televisión infantil, -por lo mismo- y le falta fuerza. Le falta potencia. Le falta, por así decirlo, enjundia. Para subsanar este problema hay dos reediciones que corrigen con creces este defecto, dándole a este tema clásico el empuje que merece.

A comienzos de 1995, MCA publicó un disco con versiones alternativas de distintas canciones de dibujos animados clásicos. La canción de Speed Racer fue revisitada en clave hard-pop por Sponge (en ese mismo disco, absolutamente imperdible para quien haya visto los dibujitos de Hanna Barbera cuando chico, hay versiones de los temas de Josie and the Pussycats, Scooby-Doo, el mítico cover de Spider-Man por The Ramones, y hasta el tema de Pierre Nodoyuna y sus ases del aire en clave ska, si, ese mismo, el de “que lo pillen, que lo atrapen, que lo encierren, que lo enjaulen”).

Y, para dejar a todo el mundo contento, la versión en imagen real de Speed Racer elaborada por los hermanos Wachowski el 2008 tuvo una nueva versión del tema en las capaces manos de Michael Giacchino titulada Go, Speed, Go!, en la que vientos y cuerdas convierten la vieja melodía en una poderosa fanfarria que reúne a partes iguales nostalgia y energía.

La animación japonesa es, aparentemente, fuente inagotable de temas para acompañar nuestros viajes. Uno más: la versión en español del tema de apertura de la serie Grand Prix es un orgullo para los créditos locales, pues era cantado por Memo Aguirre (el “Capitán Memo”), que lo reversionó en una excelente edición unos años atrás.

Y para terminar con los temas relacionados con velocidad, energía, viajes, y animación japonesa, una canción imperdible de Robotech: de su segunda generación, The 15 Squadron. De naturaleza más moderna, con bajo, guitarra y batería, y una sección de vientos ayuda a poner fuerza a esta canción, que sonaba cada vez que se requería acción rápida. La misma con la que nos invitaba a disfrutar esa serie de TV durante las últimas tardes de los ’80.

miércoles, 26 de enero de 2011

Speed Racer - The Original TV Theme Song (Vintage)

Nobuo Uematsu - Ride On (Final Fantasy VIII)

Richard Jaques (original de Hiroshi Miyaushi) - Splash Wave

8/101 - Joe Satriani - Summer Song

Album: The Extremist
Año: 1992

2. Para viajar (iii)

De un eximio guitarrista pasamos a otro. De Mark Knopfler, a Joe Satriani. Dos instrumentistas virtuosos, con distintos estilos.

100% guitarra. Sin letras. Sin palabras. Sólo Satriani puede parar una canción como esta: larga, intensa, dedicada únicamente al culto a la guitarra eléctrica. Con una base rítmica perfectamente sincronizada, esta canción del verano se deja escuchar fácilmente al estar en movimiento. Summersong. El oído está tan acostumbrado a la estructura estándar de la canción pop, que al principio cuesta aceptar una canción sin palabras. Sin letra. En este caso, no hace falta. Es más, la letra estorbaría. Mejor aún, si uno la escucha manejando, es imposible no acelerar. En mi opinión, es una de las mejores canciones para acompañar en carretera… pero siempre respetando los límites de velocidad establecidos. Siempre repitiendo: la seguridad es lo primero.

En cualquier caso, Satriani es un excelente compañero de viaje. En un asiento de avión, en un tren, o bien manejando por una carretera, de día o de noche, temas como Down, Down, Down o Flying in a Blue Dream (o, ya puestos, la mayor parte de los temas de cualquier antología de este guitarrista) llenan de energía el espacio sonoro e invitan a seguir adelante. Y, beneficio adicional por el mismo precio, espantan el sueño.

Quizás sea el momento de asignar una etiqueta a este tipo de música. Algo así como canciones sin palabras para llenar el camino.

Otro representante de ésta categoría es Splash Wave, uno de los temas que se podían elegir al manejar el Ferrari rojo del videojuego Out Run (eso sí, con menos fuerza que los temas de Satriani). ¿Se acuerdan? Por allá por 1986, un auto rojo italiano descapotable, una rubia al lado, e infinidad de curvas y derrapes. El tema es original de Hiroshi Miyaushi, ha sido versionado en innumerables oportunidades (tantas como se ha versionado el juego que, hoy por hoy, está disponible para varias consolas) y es la compañía perfecta para largas carreteras (de nuevo: respetando los máximos de velocidad permitidos).

Un poco más allá encontramos otro tema venido del mundo de los videojuegos. Esta vez, de la saga de juegos de rol Final Fantasy: Ride On, del prolífico compositor nipón Nobuo Uematsu. Como buena canción de videojuegos, su aparición en la historia es en un momento cúlmine: cuando, por fin, los protagonistas encuentran una nave que les permite… volar. Esta canción tiene una breve introducción y luego la larga repetición de una secuencia que invita al viaje (más específicamente, en este caso, al viaje aéreo).

Por otro lado, no es posible hablar de manejar sin recordar el tema de la serie de animé Speed Racer (más conocido como Meteoro en los países de habla hispana). Al mando del insuperable Mach-5, Meteoro las hacía todas y manejaba como ninguno a fines de los ’60, en una de las primeras incursiones de la animación japonesa en occidente.

La versión más antigua que conocemos es la americanización de la canción original de la serie japonesa. La letra es simple, acelerar y ya, cantándole a lo rápido que acelera el poderoso Mach 5.