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domingo, 19 de diciembre de 2010

1. Para Empezar (i)

Lo más difícil es el principio, ¿no? Ponerse en movimiento, tomar energía, decidirse a hacerlo. Ir directo hacia adelante. Cada día que pasa, parece que se tiene menos fuerza, que los días se hacen más largos, que “el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, y el amor no lo reflejo como ayer” y todo eso. El cansancio acumulado pasa la cuenta y se siente que no hay manera de comenzar, de hacerlo, de moverse, de lograrlo.

Pero para estas canciones no hay agotamiento que valga. Todas valen para empezar el día, o para acompañar mientras se hace ejercicio y se disfrutan los beneficios de la vida al aire libre sin otro motor que el propio cuerpo. Para trotar, para correr, para pedalear, por último para caminar enérgicamente. Para quemar calorías. Mens sana in corpore sano.

Una opción es comenzar suave, con calma –al menos desde un punto de vista sonoro-, y dejar que la letra haga lo suyo. The Hang Ups y Jump Start (que se podría traducir como “partida de un salto” o “partida rápida”): una canción que habla de sentir, al comenzar el día, un pequeño chispazo, una pequeña diferencia, algo que permitirá que lo que se haga nunca sea motivo de arrepentimiento. Y esa idea ya es suficiente para comenzar.

Y claro, si vas a arrepentirte de algo, que sea de lo que hiciste… pero no de lo que dejaste de hacer. ¿En qué puede ir ese chispazo, esa pequeña diferencia? Quizás en un detalle, en la luz del sol, en una llamada de teléfono a primera hora, en una buena noticia. Pero quizás, simplemente, en creer que hoy puede ser un gran día.

Otra opción es partir rápido, con una risotada, y una inolvidable canción de playa, de los ’60. El único éxito de una banda californiana llamada Surfaris: Wipeout. Un ya clásico solo de batería, una guitarra, y poco más, para crear uno de los primeros temas instrumentales de la historia del rock and roll, que ha sido reinterpretado muchísimas veces y utilizado en innumerables oportunidades en películas y recopilaciones.

Ambas opciones sirven para comenzar. La del pop suave y la del rock and roll, ambas del siglo pasado. Y también sirve la del pop reciente, de la mano de The Black Eyed Peas.

Un par de acordes simples, una secuencia rítmica que parte tranquila y luego se acelera, y un par de voces dando cuenta de que esta noche será una buena, buena noche. Puede parecer poco, pero una vez que empieza el fraseo principal de la canción, en tono más rapeado, toda la tranquilidad queda atrás y la cosa se convierte en una bebida energética en forma de sonido.

La alternancia de las voces, los coros, y las respuestas de unos a otros, dejan la sensación de que esta noche –definitivamente- será una fiesta. Y nada mejor que comenzar pensando que esta noche es “la” noche.

I gotta feeling that tonight’s gonna be a good night / That tonight’s gonna be a good night / That tonight’s gonna be a good good night / Tonight’s the night / Let’s live it up / I got my money / Let’s spend it up / Go out and smash it / Like Oh My God / Jump off that sofa / Let’s get get OFF / I know that we’ll have a ball / If we get down / And go out / And just loose it all / I feel stressed out / I wanna let it go / Lets go way out spaced out / And loosing all control

(Tengo la sensación de que esta noche será una buena noche / De que esta noche será una buena noche / De que esta noche será una buena noche / Esta noche es la noche / Vivámosla / Tengo dinero / Gastémoslo / Salgamos y rompamosla / Diciendo Oh Dios mío / Sal de ese sofá / Despeguemos / Será espectacular / Si bajamos / Y salimos / Y dejamos ir todo / Me siento estresado / Quiero dejarlo ir / Salgamos fuera / Y perdamos el control)"


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